martes, 13 de agosto de 2013

La aventura de ser maestro

La aventura de ser maestro

José M. Esteve

Gracias a la lectura de este texto: La Aventura de ser maestro del autor Josè m. Esteve, avancé  mas hacia el convencimiento del pleno ejercicio del servicio que le debe el profesor a sus alumnos.

Lo primero que debo aceptar es que hemos ingresado a  la vocación de ser maestros, guías, profesores, coordinadores, como le llamemos, y posteriormente sortear las dificultades como se presenten al fin y al cabo si alguien nos instruyó para serlo y nos advirtió de los problemas a los que nos enfrenaríamos dándonos todas las técnicas de enseñanza aprendizaje, estrategias y técnicas de evaluación, etc. Nunca recibimos la realidad, lo escrito quedo como una memoria, una bitácora de lo ejercido y ejecutado,, asi como sus resultados obtenidos, un descubrimiento en un contexto, en un lugar, en un tiempo, con unas personas determinadas.

Para disfrutar nuestro trabajo es necesario observar a nuestros jóvenes para descubrirles  sus actitudes y en su rostro lo que quizás esperan, estar al tanto de sus manifestaciones nos transformará no solo de personas a educadoras sino en entendedores de las necesidades que nuestros alumnos manifiestan y al descubrirlo estaremos ante una actividad que nunca terminará, pues siempre tendremos alumnos distintos, nunca habrá de lo mismo, se morirá la rutia, pues en cada ciclo escolar , en cada materia, en cada estudiante están distintas circunstancias que debemos atender.

Efectivamente, eso pasa al inicio, y puede pasar ahora aunque seamos unos expertos, si no reconocemos que hemos fallado o hemos tenido error, entonces el maestro siempre tendrá la razón, porque de lo contrario se evidencia reconocerlo y manifestarlo, corregirlo, los muchachos comprenden que fallamos y que no lo sabemos todo, entonces esta parte de humildad es aceptada y elimina la rigidez para  descubrir que debe existir en la orientación de un grupo de jóvenes.

La libertad de la acción docente se logrará cuando se reconoce el trabajo de conjunto con los alumnos, cuando el profesor reconoce que es observado y analizado muchas mas veces que él por alumno, el profesor es analizado muchas mas ocasiones que él por cada uno de sus alumnos, ellos descubren con mayor rapidez  a quien tienen al frente, entonces la lucha debe terminar al reconocer que debe tener como aliados a sus alumnos y entonces el trabajo debe ser ligero, comprometiéndose ambas partes en vencer el reto que el periodo educacional, provee trabajando conjuntamente la  alegría la libertad, sin hermetismo y tratando de mantener lo que los jóvenes han roto desde que el profesor demostró al entrar al salón de clases.

Como lo dije en uno de mis trabajos en este curso, aun no tengo una autodefinición clara de mi ser como profesor, pero comparto la convicción de que el principal elemento es el objetivo de apoyar a las personas a pensar y sentir, a aprender, y que lo haremos compartiendo la vida en el mismo espacio, en el mismo tiempo, entregando en ambos sentidos secretos que estaremos tomando y formando una realidad que de otra forma no sería  común,

La naturaleza de los jóvenes es la crítica, el cuestionamiento a las formas establecidas, las reglas impuestas, la inquietud ya es natural en su ser, lo que nos queda hacer es direccionar esa energía, no conducir quizás inducir, facilitar el proceso de razonamiento que los auto dirija a encontrar un nuevo y mejor sentido de percepción, concebir.

En este momento me pongo a recordar de los acertijos que entre amigos o alumnos se realiza y de aquellas personas que en la calle solicitan información, la diferencia entre ambos es que los acertijos debes descubrir el camino dentro de la frase expuesta mientras que en las personas que buscan  obtener información ésta debe ser clara, concisa , entendible, inequívoca,  los acertijos se dan en clase cuando el profesor expresa una idea que muchas veces el profesor no tiene la intención de expresar pero que el alumno de pronto descubre y en la segunda existe una intencionalidad , un sentido de dirección, de conducción, uno es consciente y el segundo inconsciente , lo divertido es entonces descubrir en los alumnos las ideas descubiertas y en lo segundo que gracias a tu acción el alumno llego al punto deseado.

Creo estar en el problema principal: mi identidad como docente, aunque si quisiera responder a esta pregunta me gustaría ser compañero, aclarador de ideas, apoyador  para  descubrimiento consciente e inconsciente.

Si efectivamente eso pasa con los nuevos profesores, durante su capacitación se les dice los métodos, las herramientas y como se usan , como les han ayudado a los creadores de las mismas, pero se enfrentan en que el grupo o grupos donde se aplicó eran otras personas, no esas que se encontraron en el salón de clases, entonces la inteligencia nos debe señalar que la adaptación es necesaria de esos elementos aprendidos en un salón de clase, y que es necesario volver a analizar lo aprendido en clase como estudiantes, esto es releer nuestros apuntes, nuestros libros, consultar con los pares como utilizan el método, la herramienta, pero con la finalidad de no usarla como se sugiere sino como mejor se adapta al momento, a las personas, al tema.

Efectivamente, los que estudiamos cualquier otra carrera menos pedagogía y didáctica, tenemos un sentido distinto al educador, hemos sido preparados para enfrentarnos con materiales, con maquinaria, con obreros o empleados, haciendo cumplir un proceso una norma, cumpliendo un objetivo laboral, menos el de docencia. La aplicación de proceso enseñanza aprendizaje lo dejamos para quienes deseen abandonar su primer selección de  camino profesional para lo cual como se comenta, se debe hacer una reconversión de vocación, que en muchas ocasiones como es mi caso, existe una gran resistencia a llamarse exclusivamente docente , pues en la fabrica y oficina ponen atención claramente por el sentido formal, pero en el salón de clase aunque también formal, no es reconocido  sino cuestionado si es  o no merecido el lugar de docente.

Siguiendo con las comparaciones, en el salón de clases el profesor debe ser experto en que todos los alumnos lleguen en el mismo tiempo. En la empresa el objetivo se logra cuando los compañeros de trabajo colaboran para llegar al mismo tiempo, el mismo momento, a la misma meta. La mejor diferencia es que en el salón de clase el maestro no desatiende la ignorancia, la pereza, motiva a que sea aceptada la tarea y es un servidor personal del educando.

Si hablo de reto , el saber comunicar es uno de ellos, si  me expreso mal, direccionare a una persona al desconcierto, a su extravío, pero si hablo con elocuencia entonces lograré el mismo sentir y pensar de mi receptor, si al escuchar comprendo el estado en el que se encuentran mi alumno, si sè lo que significan sus gestos y movimientos, entonces sabré el efecto de  mis palabras, pero si todo lo anterior para mi es obscuro entonces me convierto en una persona que habla solo en un cuarto obscuro, dejando a los alumnos a la deriva y en la desmotivación, separando el equipo que debe existir.

La disciplina es importante en el salón de clase para los maestros como para los alumnos, se deben establecer desde el inicio de la clase y esas reglas mantenerlas durante el curso hasta el final, quizás variarlas  de mutuo acuerdo  con el grupo, siempre que no rompan los valores que deben prevalecer, influyendo para mantener el esfuerzo, la unión de grupo, y el interés por el aprendizaje, apoyando para llegar al objetivo  establecido.

El señalar que el maestro puede variar el desarrollo de la clase no significa que el profesor opte por cambiar de tema por complacer a los adolescentes, sino continuar con el mismo pero usando estrategias que enganchen el interés de los jóvenes, la principal recompensa es proporcionar a los alumnos evidencia de uso del conocimiento , demostrándoles en qué estado se encontraban y en cuál se encuentran actualmente, al hablar de uso del conocimiento no significa que sea algo material evidenciado con  dimensiones, sino puede ser ahora la visión mental de algo, por ejemplo.

Si, efectivamente he pensado que debo entregarles mejores cosas a mis alumnos  , pues dinero no tengo, ni tampoco les podré resolver los conflictos sociales y familiares pero trataré que reconozcan que se transforman sin que ellos muchas veces lo noten gracias al cumulo de conocimientos  adquiridos, el desarrollo de su persona, su inteligencia, su experiencia, su seguridad , su razonamiento, que muchas veces se palpa en la forma de vestir, peinarse, comportarse hacia objetivos que durante el periodo de la EMS, van obteniendo.

Bien,,, aquí sigo.

Marcos Hernández Guerrero


2 comentarios:

  1. Maestro aveces pienso en ¿porque el que pretende enseñarnos solo pretende y no hace el esfuerzo de que comprendamos? me gusto su publicacion saludos Maestro siga asi.

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  2. La intención, merece una acción, la cual esta dispuesta en cada clase, el profesor se efuerza en que el alumno comprenda, adquiera,personalice el concepto y posteriormente lo actue en su vida diaria, esa es la intención del profesor, la actuación solo depende ahora del alumno quien al haber aprendido lo actuará, si es así entonces la educación en el aula es intención, pero la acción del alumno.

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