miércoles, 24 de junio de 2015

La educación Significativa

ENSAYO SOBRE LA EDUCACIÓN SIGNIFICATIVA COMO ALTERNATIVA DE CAMBIO
Recuerdo varias anécdotas escolares cuando era niño, por ejemplo los niños lloran en el primer día de clases, o cuando se decía abiertamente que el conocimiento a sangre entra, son pasajes reales de los adultos actuales, épocas distantes sobre la forma de proporcionar educación a los niños y jóvenes, donde el maestro imponía su atención para que los niños nos aplicáramos a la lección del día, cualquiera que fuera el tema o la materia, lo cual no era del todo gratificante. Al final esta gran lección era el temor a que se repitiera el castigo al siguiente día de clases, se utilizaban además las palabras que calificaban a los jóvenes estudiantes de “burros”, “cabezas huecas”, etc., con la finalidad de motivar a que lográramos el objetivo preestablecido, impuesto, que como explicación menciono. Lo que ocurría es que no se tenía un estudio profundo sobre los intereses y cualidades personales de cada uno de los educandos, se preparaba en un ambiente total de la rigidez y del gozo por la memorización, utilizando las técnicas del estudio oral, en coro por el grupo, y tomar la clase de memoria uno a uno de los alumnos. Causando con ello que se estudiara con miedo sin reflexionar las lecciones que como tarea debíamos expresar, no comprender, lecciones que no relacionábamos con el mundo que nos rodeaba y toda ciencia solo era papel no natural. Para evitar los regaños, gritos y enfados con el maestro debíamos contestar lo que un día anterior estaba en el libro pero no se relacionaba con la practicidad de alguna vocación, vocación que no percibíamos, o mucho menos teníamos apoyo para descubrir la propia, sin metodología que no indujera a comprender las definiciones, y explicar los fenómenos sociables y de la naturaleza.

Pues bien, mediante la ejemplificación anterior encontramos la gran necesidad de propagar el origen de la necesidad de propagar el origen de necesidad de relacionar el acto de enseñar con el acto de aprender, lo que ayuda los niños y jóvenes a encontrarse consigo mismo, mediante la motivación al encuentro de un modo futuro de vida, sin imposición de las condiciones de incorporar y asimilar nuevas respuestas, conductas y valores que son en realidad tomadas por la autonomía personal, basada en la esencia de la personalidad, como individuo que tiene intereses por la autorrealización y esto último le crea el sentido de la vocación a su vida, vocación que proviene de la experiencia que le da su entorno social y cultural entre otros elementos. Dichas experiencias son tomadas para aplicarlas en su actuar diario, al fin y al cabo es el individuo quien toma su propia responsabilidad de entre muchas alternativas para lograr el propio objetivo de su existencia.

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