La
irrupción de las nuevas tecnologías ha significado un catalizador para el
trabajo cooperativo. El uso de herramientas de comunicación permite la
comunicación síncrona y asíncrona, en cualquier momento y con cualquier lugar.
Esto permite la posibilidad de trabajar de forma local, regional o global con
lo que podemos trabajar la interculturalidad.
Además,
se han creado espacios diseñados específicamente para el trabajo colaborativo,
la compartición de información y la comunicación como son las wikis,
Google Docs o los entornos virtuales de aprendizaje como Moodle. A la hora de
presentar el trabajo también han surgido multitud de herramientas, desde
Slideshare a Issuu y, a la hora de difundir el trabajo
de nuestros alumnos, disponemos de las redes sociales. Por último, el trabajo
cooperativo también nos permite fomentar el BYOD (Bring Tour Own Device) y
trabajar el aprendizaje móvil.
Una sociedad en continuo cambio requiere educar desde la
incertidumbre a través de la experiencia y construyendo conocimientos
compartidos generados desde la interacción y fomentando la autonomía. Quizás
aquí radica la receta. El aprendizaje relevante y sostenible se desarrolla
mediante el intercambio cultural con la creación compartida de la cultura en
múltiples direcciones implementar una educación más activa centrada en “saber
hacer”.
Es fácil perderse
entre las nuevas tendencias educativas que están apareciendo en los últimos
años. La escuela está cambiando mucho y la enseñanza basada en Problemas,
equipos y en proyectos está extendiéndose en muchas escuelas e institutos.
La opinión en Koruro es que les gusta el
Aprendizaje Basado en Problemas. Creen que es una metodología muy efectiva y les
gusta el que sea complementaria a otras metodologías de interés como el
Aprendizaje Cooperativo o el Aprendizaje Guiado por Problemas.
Al fin y al cabo, al utilizar cualquier
metodología en el aula consideramos que lo más importante es que esa
metodología se adapte bien a nuestro contexto educativo, y el ABP es una
metodología muy flexible que se adapta con facilidad a casi cualquier entorno
educativo.
Además, no es una metodología muy difícil
de implementar, ya que no exige un excesivo trabajo del profesor, que se
limita a guiar a los alumnos. Eso sí, trabajar mediante proyectos requiere un
profundo cambio de chip.
Y tenemos que destacar que los aprendizajes
construidos mediante esta metodología perduran mucho y crean vocaciones e
intereses. Y es que como no solo se aprenden contenidos, sino también
competencias, y de manera significativa, consideramos que esta metodología es
ideal para el aprendizaje integral.
Pero, de nuevo, queremos recalcar que, aunque
generalmente recomendamos el uso de estas metodologías, estas pueden o no ser
apropiadas dependiendo del entorno en el que se aplique. Y el Aprendizaje
Basado en estas estrategias, en concreto, requiere una muy correcta aplicación
y gestión de la dinámica de los grupos para que sea efectiva.
La
estrategia basada en problemas
El Aprendizaje
Basado en Problemas es una técnica didáctica basada en el autoaprendizaje y en
el desarrollo del pensamiento crítico, cuyo objetivo es que los estudiantes,
reunidos en pequeño grupo y con la facilitación de un tutor, analicen y
resuelvan un problema planteado en forma de escenario para el logro de ciertos
objetivos de aprendizaje. Durante el proceso de interacción de los estudiantes
para resolver el problema, se espera que los estudiantes puedan elaborar un diagnóstico
de sus necesidades de aprendizaje, así como que comprendan la importancia del
trabajo colaborativo y que desarrollen habilidades de búsqueda de información y
de análisis y síntesis.
El Aprendizaje
Basado en Problemas es una metodología de enseñanza que pretende activar el
aprendizaje investigando y discutiendo un problema real.
El aprendizaje
basado en problemas (ABP) es justamente una estrategia didáctica que consiste
en enfrentar al alumno a una situación real con el fin de obtener las
competencias relacionadas con las materias integradas en dicha
situación/problema.
El aprendizaje
basado en proyectos da importancia a la creación de un producto final, objetivo
del proyecto. Sin embargo, el aprendizaje basado en problemas da más valor al
proceso de investigación individual y a la discusión final colectiva, momentos
en los cuales emergen la resolución del problema y el aprendizaje.
·
Se transfiere autonomía y responsabilidad al estudiante por su propio
aprendizaje
·
Se promueve la búsqueda de información de manera independiente.
·
PBL es una técnica didáctica que permite a los estudiantes participar
constantemente en la adquisición de su conocimiento
·
La autogestión del aprendizaje motiva al alumno a generar sus propios
objetivos.
·
En el siglo XXI los ciudadanos competentes deben saber comunicar e
incluso liderar y el aprendizaje basado en problemas trabaja ambas destrezas.
·
La capacidad crítica es fundamental para tener a personas socialmente
comprometidas y capaces de resolver problemas en su realidad.
El éxito de estas actividades
dependerá de los profesores puedan reflejar en esos escenarios situaciones de
la vida real involucrando a los estudiantes para incorporar información
relevante a su aprendizaje.
El método se orienta a la solución de problemas que
son seleccionados o diseñados para lograr el aprendizaje de ciertos objetivos
de conocimiento y estimula el trabajo colaborativo en grupos pequeños.
Los escenarios o problemas son escritos por
un equipo de expertos o por el profesor, y son acerca de casos o situaciones
realistas; deben ser prácticos y auténticos, aunque no necesariamente de la
vida real. Deben estar relacionados con aspectos multidisciplinarios para
imitar el ambiente escolar.
Pueden ser entregados a los estudiantes como una
serie separada pero interrelacionada de problemas, con una lista de lectura u
otros recursos de aprendizaje para apoyar las investigaciones de los
estudiantes.
Se
recomienda el apoyo a los estudiantes para acceder a recursos online y ligas
específicas, websites u otros recursos electrónicos que puedan ser de utilidad
para profundizar y ampliar el estudio.
Los escenarios o problemas deben darse en un
contexto relevante, por ejemplo: pueden tomarse de una experiencia del aula;
deben ser realistas y deben identificar importantes y relevantes resultados de
aprendizaje para que los estudiantes los puedan aplicar a su objeto de estudio
y realizar poder realizar transferencia de conocimiento.
La cooperación de todos los integrantes del
grupo es necesaria para poder abordar el problema de manera eficiente. La
longitud y complejidad del problema debe ser administrada por el tutor de tal
modo que los estudiantes no se dividan el trabajo y cada uno se ocupe
únicamente de su parte.
Las preguntas de inicio del problema deben tener
alguna de las siguientes características:
·
Preguntas abiertas, es decir que no se limiten a una respuesta concreta
·
Ligadas a un aprendizaje previo, es decir, dentro de un marco de
conocimientos específicos.
·
Temas de controversia que despierten diversas opiniones.
La secuencia típica de trabajo en aprendizaje
basado en problemas es Según Torp y Sage (1998) los pasos a seguir son:
·
Se plantea un problema real (o realista) a los estudiantes. El problema
ha de tener un planteamiento claro y, a la vez, no tener una única solución.
·
Identificar lo que sabemos, lo que nos hace falta saber y las ideas que
tenemos al respecto.
·
Definir el problema al detalle.
·
Reunir y compartir información
·
Generar posibles soluciones.
·
Determinar el mejor abanico de soluciones.
·
Presentar la solución.
·
Hacer un informe final sobre el problema
Hay un tiempo de investigación auto-gestionado por
los estudiantes, pero guiado por el docente (en mayor o menor medida en función
de la edad).
Los datos y las propuestas para resolver el
problema se analizan en equipo y el profesor señala los caminos más acertados
para que los estudiantes resuelvan el problema y alcancen los objetivos que se
esperan de la actividad.
El problema debe plantearse en relación con su realidad y tiene que ser un reto
asequible de tal manera que no aburramos al alumno por su dificultad. También
tiene que ser una pregunta abierta que no implique una única respuesta, es
decir, el alumno se motiva porque puede sorprender al profesor con su propio
trabajo.
La carga de trabajo debe estar bien medida; es
fácil que un problema complejo y de solución abierta se ramifique generando
muchos otros pequeños problemas, pero un exceso de complejidad o de carga de
trabajo durante el tiempo asignado puede ser disuasoria y reducir la motivación
del alumnado, especialmente si se compagina el ABP con otras metodologías y
temáticas en otras materias del currículo.
El profesor no es un espectador sino un guía que (re-)conduce
al estudiante sin darle la solución.
El profesor debe tener claro los objetivos y
hacérselos explícitos al alumno, porque le ayuda a resolver problemas. En este
sentido, la presentación de guías de trabajo, mapas visuales, rúbricas o listas
de cotejo puede ayudar al alumnado a no perderse en la resolución del problema.
Por su parte, para el trabajo cooperativo es
necesario un reparto de roles y una guía que facilite la organización del
grupo.
Además, a modo práctico, en el ABP siempre es importante
tener en cuenta tres puntos básicos:
·
Hacer una lista de aquello que se conoce.
·
2 – Hacer una lista de aquello que no se conoce.
·
3 – Hacer una lista de aquello que necesita hacerse para resolver el
problema.
El ABP es una metodología que favorece la
posibilidad de interrelacionar distintas disciplinas académicas. Así pues, con
este sistema, los alumnos aprenden a aprender. Por ello, los procesos
adquiridos y las conclusiones extraídas, posteriormente, pueden aplicarse a
otros momentos y contextos.
Por supuesto. Veamos 5 ejemplos
prácticos que responden a distintos niveles académicos (enunciamos
únicamente los titulares):
·
Resolver un problema relacionado con la vida diaria. Por ejemplo, una
compra familiar (Educación Primaria).
·
Resolver un problema relacionado con el medio ambiente. Por ejemplo, una
plaga de insectos (Educación Secundaria Obligatoria).
·
Elaborar un plan de emergencia. Por ejemplo, un plan de evacuación para
un centro de atención primaria (Bachillerato).
·
Resolver un problema en un escenario hipotético. Por ejemplo, un
incendio en una planta de una compañía eléctrica (Grado ingeniería).
·
Resolver un problema relacionado con el mundo laboral. Por ejemplo,
atender a una queja específica que presenta una Multinacional. (Máster en
gestión empresarial).
El tutor propone un planning de trabajo y acompaña
a los distintos grupos de alumnos en la persecución de los objetivos. La
búsqueda de información relacionada con distintas asignaturas, la puesta en
común, la reflexión, la discusión y la creación de un discurso proporcionan al
alumno un aprendizaje tanto a nivel cognitivo como a nivel interpersonal. Un
aprendizaje BASADO EN LA VIDA REAL.
La estrategia basada en
equipos
La enseñanza basada en equipos constituye un
enfoque que trata de organizar las actividades dentro del aula para
convertirlas en una experiencia social y académica de aprendizaje. Los
estudiantes trabajan en equipo para realizar las tareas de manera colectiva;
Incluye diversas y numerosas técnicas en las que el alumnado trabaja
conjuntamente para lograr determinados objetivos comunes de los que son
responsables todos los miembros del equipo; El aprendizaje en este enfoque
depende del intercambio de información entre los estudiantes, los cuales están
motivados tanto para lograr su propio aprendizaje como para acrecentar los
logros de los demás.
La estrategia basada en ejemplos es una estrategia
pedagógica.
El Aprendizaje Basado en Equipos o TBL (del inglés:
"Team-Based Learning") es una estrategia instruccional
constructivista (Hrynchak y Batty, 2012), que se fundamenta en la teoría de
aprendizaje experiencial de Kolb (Roberson y Franchini, 2014), y cuya estructura
de actividades en equipos, optimiza la inversión del aula (Wallace et
al., 2014), y orienta efectivamente la docencia hacia aprendizaje activo
centrado en el estudiante (Fink, 2003).
- Formación de grupos: Éstos son
heterogéneos, donde se debe construir una identidad de grupo, práctica de la
ayuda mutua y la valorización de la individualidad para la creación de una
sinergia. Supone una organización de la clase en pequeños grupos, cuatro
miembros la mejor opción (pueden trabajar en parejas, se coordinan rápido, hay
mayor responsabilidad individual, es más fácil detectar y resolver problemas).
El criterio de composición de los grupos debe ser de máxima heterogeneidad en
rendimiento-nivel de razonamiento, etnia, género, necesidades educativas
especiales, nivel de habilidad para trabajar en grupo y nivel de integración en
el aula.
- La interdependencia positiva: puede definirse como
el sentimiento de necesidad hacia el trabajo de los demás. Cuando los miembros
del grupo perciben que están vinculados entre sí para realizar una tarea y que
no pueden tener éxito a menos que cada uno de ellos lo logre. Si todos
consiguen sus objetivos, se logra el objetivo final de la tarea, pero, si uno
falla, es imposible alcanzar el objetivo final. De este modo todos necesitarán
a los demás y, a la vez, se sentirán parte importante para la consecución de la
tarea. Todas y todos se preocupan del aprendizaje del resto del grupo. Es la
toma de conciencia por parte del alumno de que solo tendrá éxito, si lo tienen
también sus compañeros, se convierte el yo por el nosotros.
- La interacción cara a cara o simultánea: los estudiantes tienen
que trabajar juntos, aprender con otros favoreciendo, de esta manera, que compartan
conocimientos, recursos, ayuda o apoyo. Discutir sobre los distintos puntos de
vista, sobre la manera de enfocar determinada actividad, explicar a los demás
lo que cada uno va aprendiendo, etc. son acciones que se tienen que llevar a
cabo con todos los miembros del grupo para poder lograr los objetivos
previstos.
- La responsabilidad individual: cada miembro,
individualmente, tiene que asumir la responsabilidad de cumplir con la tarea
que se le ha encomendado para conseguir los objetivos comunes del
equipo; Es imprescindible de cara a evitar que el alumnado pasivo se
aproveche del trabajo de sus compañeros y compañeras.
- Las habilidades sociales: Se dan instrucciones sobre habilidades
para cooperar en el grupo (confianza, gestión de conflictos, asertividad,
autocontrol, escucha activa, modelado). Los roles que cada persona vaya
ejerciendo en el equipo, su aceptación o no por parte del resto de compañeros,
la gestión que hagan de los posibles conflictos que surjan, el ambiente general
que existe en el mismo, son temas que los estudiantes tienen que aprender.
Los beneficios del aprendizaje cooperativo son
muchos y muy variados. Empezaremos con su impacto positivo en el alumno:
·
Implica mejoras en la adquisición del conocimiento y en el rendimiento
académico.
·
Permite aumentar en cantidad y calidad las interacciones tanto
entre los propios alumnos, como con el profesor, así como con la institución
educativa y el propio entorno de la escuela.
·
A nivel de educación en valores se muestra como un tipo de
aprendizaje de importancia capital: fomenta el respeto y la aceptación, la
empatía y la autoestima, la ayuda mutua y la solidaridad, etc.
·
Pone al alumno en el centro del aprendizaje.
·
Crea un sentido de pertenencia (tanto con el grupo como con la clase) y
una interdependencia positiva surgida del compromiso por conseguir los
objetivos individuales y comunes.
·
Permite mezclar alumnos con diferentes desempeños para que se ayuden
entre ellos. Esto implica que haya diferentes ritmos, pero también abre nuevas
posibilidades de colaboración que hacen progresar el trabajo.
Las conexiones con otros aspectos educativos son
muy amplias y tienen incidencia en varios aspectos que vamos a mostrar:
·
El trabajo en equipo es eminentemente activo,
·
Tiene un vínculo directo con la integración y la inclusión en
el aula, especialmente, desde la premisa aprender
juntos, alumnos diferentes que implica una cooperación entre iguales y entre
el conjunto de la comunidad educativa. Para ello es necesaria una
transformación de la escuela, de la cultura docente, de los procesos de
enseñanza-aprendizaje y, además, implica la gestión de la heterogeneidad y la
diversidad.
·
Podemos aprovechar el trabajo en equipo para rediseñar el aula, uno de los
aspectos clave que nos puede ayudar a tener éxito.
·
Las conexiones con nuevos modelos de aprendizaje y actividades son
amplísimas: gamificación, aprendizaje
basado en problemas y trabajo por proyectos, juegos de rol y simulaciones, estudios de
caso e investigaciones. Todos estos modelos o tipos de actividades pasan por
plantear trabajos de carácter cooperativo.
·
Muy relacionado con el anterior punto, los entornos colaborativos
facilitan los proyectos interdisciplinarios ya sea a nivel de
clase o de centro.
Por último, teniendo en cuenta, el cada vez mayor
interés por vincular el mundo de la escuela con el trabajo, el aprendizaje
colaborativo nos permite realizar un pequeño acercamiento al futuro
laboral de nuestros alumnos. De la misma forma que en el trabajo no
funcionamos en compartimentos estancos y necesitamos adaptarnos a diferentes
personalidades y niveles (ya sea de conocimiento o de cargos) así lo tendrán
que hacer nuestros estudiantes en sus actividades colaborativas.
En primer lugar, si
bien las actividades cooperativas tienen un alto grado de flexibilidad, hemos
de diseñar una actividad estructurada que implique explicar a los propios
alumnos como deberán trabajar. Las actividades colaborativas parten de la base
de repensar liderazgos y roles en el aula, en este caso, el
profesor pasará a ser guía, supervisor y gestor de grupos y el alumno tendrá
que participar activamente. También es muy recomendable realizar una evaluación posterior con
los alumnos: ¿qué han sentido? ¿qué han aprendido? ¿qué “conflictos” han
surgido? etc.
TBL se sustenta en 4 principios fundamentales
(Michaelsen et al., 2002):
·
Equipos: Los equipos de
estudiantes (5-7 integrantes) son formados por el profesor, distribuyendo lo
más homogéneamente todos los activos del curso. Los equipos necesitan ser
permanentes para optimizar las opciones de cohesión y evolución como equipos
de aprendizaje auto-gestionados. ·
Fase 1: Los equipos son
direccionados y preparados durante el Proceso de aseguramiento del
aprendizaje inicial (fase 1), para lograr éxito subsecuente en las
Actividades de Aplicación (fase 2). ·
Fase 2: Los equipos de
estudiantes pasan la mayor parte del tiempo presencial, poniendo a prueba sus
conocimientos en las Actividades de Aplicación (fase 2). Los equipos van
aprendiendo y cohesionándose para resolver problemas auténticos, interesantes
y del mundo real, aplicando en la práctica los conceptos e ideas del curso.
De esta manera, los estudiantes generan decisiones complejas, hacen reportes
públicos y reciben retroalimentación de calidad e inmediata. Posteriormente,
en las discusiones inter-equipos, se propicia un espacio para deliberar y
profundizar en los aprendizajes logrados. ·
4) Responsabilidad:
Los estudiantes son motivados a ser responsables de su preparación a través
de lecturas previas y pruebas individuales al inicio de la clase, y para
contribuir posteriormente al éxito del equipo en las pruebas de equipos, las
apelaciones y las actividades de aplicación. La evaluación entre pares
(coevaluación) resulta ser un elemento esencial para motivar la
responsabilidad y participación de los estudiantes en los equipos. |
Cada ciclo TBL se inicia con el Proceso de
Aseguramiento del Aprendizaje Inicial o fase 1, que se intenciona a través de 5
actividades secuenciales y progresivas de aprendizaje, como sigue:
·
Lectura previa: Los
estudiantes realizan, en forma individual, lecturas previas, seleccionadas o
preparadas por el profesor, con la finalidad de llegar preparados a clases.
Esto ocurre fuera del aula y al inicio de cada ciclo. Las lecturas pueden
incluir capítulos de libros, papers, reportes o monografías, y se pueden
complementar con material audiovisual. ·
Test Individual (iRAT):
Al llegar al aula, los estudiantes contestan individualmente un test o iRAT
(del inglés "Individual Readiness Assurance Test"), que mide la
profundidad del estudio y manejo inicial de la lectura previa. ·
Test en Equipo (tRAT):
Luego del iRAT, los estudiantes son agrupados por el profesor en equipos para
contestar colaborativamente la misma prueba o tRAT (del inglés "Group
Readiness Assurance Test"). Esto permite enriquecer sus análisis
iniciales y tener retroalimentación inmediata de sus aprendizajes. La
retroalimentación inmediata de las respuestas correctas puede ocurrir con el
uso de tarjetas IF-AT de retroalimentación inmediata (del inglés:
"Immediate Feedback Assessment Technique"), durante el mismo
trabajo en equipos, ya que las tarjetas IF-AT son tipo "raspe",
contienen la pauta de respuestas correctas del tRAT que se indican con un
asterisco (*). El uso de tarjetas IF-AT facilita tanto la progresión de
análisis en cada equipo, como la asignación de puntajes parciales si el
equipo no acertó a la primera elección (Epstein et al., 2002)1. ·
Apelación escrita del
test iRAT/tRAT: Al finalizar la retroalimentación de los test tRAT y en casos
de persistir controversias o dudas sobre una o más preguntas, los equipos de
estudiantes escriben y fundamentan con libro abierto sus apelaciones. ·
5) Mini-Clase:
Finalmente, se completa el proceso de la fase 1 con una mini-clase, dirigida
por el profesor, con el fin de aclarar todas las dudas de las apelaciones y
lograr ordenar y jerarquizar todas las ideas, conceptos y contenidos básicos
del módulo (Michaelsen et al., 2002; Parmelee et
al., 2012). |
El trabajo en equipo como modalidad de
enseñanza-aprendizaje
Investigación en enfermería:
Objetivo: identificar las características del trabajo
en grupo desarrollado por los estudiantes de Enfermería de la Universidad
Pontificia Bolivariana de Medellín (Colombia).
Metodología: mediante un estudio descriptivo se estudiaron las
características del grupo, el trabajo realizado, el proceso y su dinámica, y el
carácter de las sesiones. Se aplicó una encuesta a una muestra de 270
estudiantes. La información se procesó en Epi Info (versión 3.5.1) y tuvo un
análisis estadístico-descriptivo.
Resultados: el 85,9% realizó actividades de planeación; el 86,7%
acordó normas de trabajo; el 74,8% tuvo un líder; el 65,6% tomó las decisiones
en conjunto; el 74,8% valoró positivamente el ambiente de trabajo; el 94,1%
tuvo sentimiento de logro de las metas y el 91,1% manifestó satisfacción con las
actividades realizadas.
Conclusión: los estudiantes desarrollan un trabajo en grupo que
puede valorarse de forma positiva; sin embargo, es necesario reforzar aspectos
puntuales de éstos y fortalecer su componente cooperativo.
La
estrategia basada en proyectos
El aprendizaje es el objetivo de la práctica
docente, la respuesta al ¿qué? La metodología responde al ¿cómo? En este
sentido, el Aprendizaje basado en Proyectos constituye respuesta didáctica que
cada vez gana más adeptos entre el profesorado por su carácter integrador,
motivador y, sobre todo, por el rendimiento de los aprendizajes. No se trata de
algo novedoso, ni un nuevo descubrimiento. Cualquier docente alguna vez ha
desarrollado algún proyecto en su práctica, sin embargo, existen claves para el
diseño y la implementación con anclaje curricular que facilitan la integración
de esta metodología activa en cuanto al aprendizaje.
El Aprendizaje basado en proyectos (ABP en
adelante) es una estrategia metodológica de diseño y programación que
implementa un conjunto de tareas basadas en la resolución de preguntas o
problemas (retos), mediante un proceso de investigación o creación por parte
del alumnado que trabaja de manera relativamente autónoma y con un alto nivel
de implicación y cooperación y que culmina con un producto final presentado
ante los demás (difusión).
Es una metodología de innovación docente en la que,
en vez de tratar temas curriculares completos mediante su teoría, se
aprende mediante proyectos interdisciplinares en los que se resuelven problemas
cercanos a los alumnos.
El ABP permite la elección y la implicación de los
estudiantes, facilita el empoderamiento de los mismos y los hace protagonistas
de su propio proceso de aprendizaje. Pero quizás lo más importante es la
socialización, algo que en una metodología más directa no se trabaja y que a
todas luces resulta necesario potenciar desde la escuela. El desarrollo de un proyecto
permite una socialización más rica porque comporta movimientos no sólo en el
aula, sino hacia dentro (participaciones de agentes expertos o de las propias
familias) y hacia fuera de la misma (dirigido a la comunidad a lo que está
fuera del centro mediante la propia difusión).
He aquí las características que definen y hacen
diferente a esta metodología:
·
El creador del conocimiento es el alumno
·
Se trabaja de forma colaborativa
·
El rol del alumno es activo, y exige: resolver problemas. Interpretar
datos, investigar, discriminar información, plantear hipótesis y conclusiones.
·
Nace de los conocimientos previos, la motivación y la significatividad
·
Es una metodología flexible y guiada por los alumnos
·
Se trabaja en torno a un proyecto
·
Trabaja tanto en contenidos como competencias
·
Es una metodología interdisciplinaria
·
La evaluación tiene gran importancia
·
Los proyectos permiten que los estudiantes se acerquen al currículo con
sentido y significado.
·
Se ejerce la democracia porque se entiende la enseñanza como diálogo.
·
Los proyectos permiten que los docentes promuevan el desarrollo
competencial del alumnado y su propia capacitación profesional.
·
El ABP abre la escuela al entorno e incorpora materiales y fuentes de
información diversos.
·
Se trabaja con variados tipos de conocimiento y saberes.
·
En la práctica, el alumnado aprende, hace y comunica proceso y producto,
y, además, atiende a la diversidad porque la integra desde una perspectiva
cultural pero también personal.
·
El aprendizaje suele ser muy efectivo y recordado, ya que es
significativo y nacido del interés del alumno.
·
Se trabajan no solo competencias disciplinares, sino también
competencias globales.
·
A veces puede ser difícil guiar a los alumnos hacia los contenidos
y competencias que legalmente han de trabajar.
·
Hay que controlar y evaluar muy bien el trabajo de los grupos para
que no haya demasiados conflictos dentro de ellos.
El proceso para trabajar mediante ABP:
1.- Selección del tema y pregunta guía
Esta es la fase en la que la negociación entre
profesorado y alumnos resulta más evidente. El tema seleccionado ha de tener
relación con los contenidos curriculares que haya que tratar, por lo que el
profesor puede introducir ese tema mediante la evidenciación de un problema
cercano a los alumnos que tenga que ver con los contenidos curriculares.
De la misma manera, si durante el curso surge un
problema, se puede hacer un proyecto en torno a él si es posible relacionarlo
con los contenidos curriculares de la etapa.
Sea como fuera, el proyecto elegido ha de ser
cercano a los alumnos y tienen que tener cierto conocimiento previo en torno a
él. Además, los proyectos suelen estructurarse en torno a una pregunta guía
como:
En nuestra clase no separamos los residuos para
facilitar su reciclaje ¿Cómo podemos mejorar eso y aplicarlo a toda la escuela?
2.- Creación de grupos
Una vez que se ha planteado el proyecto se crean
grupos. Los grupos suelen crearse en base a las directrices de la metodología
de trabajo cooperativo. Las principales características de dichos
grupos es que suelen ser heterogéneos, pequeños y con roles.
3.- Planificación e investigación
Con los grupos creados, se planifica el proyecto. Esto puede
hacerse de varias maneras, y tanto por grupos como entre toda la clase. El
profesor también puede intervenir más o menos en la creación de una estructura
de investigación.
Nosotros recomendamos que, sobre todo en edades
tempranas, el profesor intervenga a la hora de crear esas columnas
vertebrales del proyecto, para acercar sus ramificaciones a los contenidos
y competencias curriculares, y luego dejar mayor libertad a los alumnos.
Por ejemplo, al profesor puede parecerle
interesante trabajar la creación de gráficos y tablas con el proyecto del
reciclaje, y es improbable que eso se les ocurra a los alumnos. Para ello,
puede proponer pasar un cuestionario de reciclaje por todo el colegio y
transformar sus resultados en tablas y gráficos.
Si a los alumnos les parece bien y les interesa,
adelante. Y ahí el profesor puede establecer un día de recabación de
información y dejar a los alumnos ese día libertad para salir del aula.
Y, de la misma manera, la investigación puede
estructurarse de mil maneras. Nosotros recomendamos, por ejemplo, el
uso de bibliotecas, análisis in situ y el uso de las TIC como métodos de investigación.
4.-Resultados
l terminar la investigación se consiguen unos
resultados. De nuevo, esos resultados pueden variar de gran manera dependiendo
del proyecto. En el proyecto de la contaminación, por ejemplo, los resultados
pueden ser:
·
Una presentación que explique qué es el reciclaje.
·
Unos documentos en los que se explique la situación del reciclaje en la
escuela.
·
Un mapa conceptual con tablas y esquemas que muestre el estado del
reciclaje en la escuela
5.- Aplicación y presentación de los resultados
Para acabar, los resultados obtenidos se presentan.
Esa presentación será diferente para cada grupo que ha trabajado el proyecto, y
podrá realizarse tanto en el aula como fuera de ella.
Además, también es recomendable, si se ha propuesto
una solución a un problema cercano, aplicar la solución.
En el caso del proyecto del reciclaje podrían
presentarse los resultados tanto en el aula como mediante presentaciones en
otros cursos. Y, para resolver el problema, podría crearse una carta al
director pidiendo más papeleras para poder diferenciar los residuos y facilitar
su reciclaje.
O también podría crearse un programa de difusión
del correcto uso de las papeleras mediante la colocación de carteles en la
escuela.
6.-Evaluación constante
No hemos puesto número a la evaluación porque, aunque
se suela hacer al final debe hacerse durante todo el proceso del proyecto. La
evaluación del trabajo en grupo puede hacerse, por ejemplo, mediante
formularios. Y la evaluación del proyecto también puede hacerse mediante mil
maneras.
En el ejemplo del reciclaje, una forma interesante
de evaluar ese proyecto podría ser analizar 6 meses después de llevar a cabo el
proyecto a ver si el uso correcto de las papeleras ha aumentado, y, así, ver si
el proyecto fue útil.
Hay infinidad de ejemplos, programaciones
didácticas y secuencias didácticas organizadas en torno al ABP. Nosotros os hemos
mostrado en el anterior punto el ejemplo de cómo podríamos implementar un ABP
sobre el tema de la contaminación y el reciclaje, pero eso mismo puede hacerse
con otros tantos contenidos o competencias.
Desde Koruro creemos que lo más importante para
crear un ABP es ser creativo, tener ganas y amoldarse a las situaciones
educativas que se viven en el aula ¡Y es que puede plantearse un proyecto desde
cualquier situación del aula!
Si queréis ejemplos concretos, buscad en internet
secuencias didácticas de ABP y encontraréis un montón. Pero nuestra
recomendación es que, si habéis entendido el funcionamiento de la metodología
de proyectos que os hemos explicado en este artículo, os lancéis a probarla y
llevarla a cabo por vosotros mismos.
Porque, al fin y al cabo, como el ABP es una
metodología que se basa en adaptarse al contexto, lo mejor es que no
copiéis ningún proyecto ya hecho y creéis el vuestro propio adaptado a vuestra
aula.
Conclusión:
Las razones del éxito relativo y creciente de las estrategias
instruccionales incluyen su alineamiento con los principios constructivistas
del aprendizaje, sus bases neurocientíficas y psicológicas, su razón
efectividad costo, la naturaleza práctica de aplicación, su adaptabilidad a las
condiciones tradicionales existentes de docencia, sin exigir modificaciones de
infraestructura o mayor recurso humano y su adaptabilidad adhesiva y sinérgica
con otras metodologías de aprendizaje activo y participativo existentes, tales
como aprendizaje por indagación, proyecto, problemas, casos y otros
(Dolmans et al., 2014; Wallace et al,, 2014).
Diversos estudios apoyan la estrategia de
retroalimentación, uso frecuente de test y las opciones de ensayo y error usada
durante las 2 fases de los ciclos TBL. En primer lugar, las investigaciones en
neurociencia cognitiva (Zull, 2002) confirman la teoría de aprendizaje experiencial
de Kolb (Roberson y Franchini, 2014), demostrando que nuestro cerebro cambia
cuando aprendemos y que las redes neuronales se van consolidando cuando
generamos acciones y tenemos experiencias donde es posible cometer errores y
aprender de ellos, gracias a retroalimentación inmediata y las emociones
(Dragansky et al., 2004). Los errores son considerados ahora como
aliados del aprendizaje, como se indica:
En vez de
tratar los errores de los estudiantes como obstáculos para su aprendizaje,
empecé a darles la bienvenida. Se convirtieron en mis materias primas para
ayudar a los estudiantes a construir conocimiento. En lugar de pensar que mi
trabajo consistía en erradicar los errores, comencé a estimularlos (Zull,
2004). |
Por otro lado, Bransford (2000) enfatiza la
diferencia esencial entre comprender y memorizar, citando numerosos estudios
que muestran que una simple ruta de aprendizaje no genera transferencia de
conocimiento. El psicólogo Cognitivo Willingham (2009), argumenta que "La
Memoria es el residuo del pensamiento" (p. 54), implicando que los
pensamientos se hacen manifiestos a través de las acciones, y que, solo
actuando sobre la información, esta se puede transferir desde la memoria de
trabajo hacia la memoria de largo plazo. El trabajo de Zull (2002, 2004 y 2011)
refuerza estos hallazgos, mostrando que el aprendizaje que no se pone en
servicio de una acción, tiende a "dormir" y a través del poco uso se
convierte en menos rescatable desde las redes neuronales de la memoria.
En segundo lugar, diversos estudios apoyan la
realización de frecuentes test de conocimiento, con retroalimentación inmediata
como una herramienta de evaluación y aprendizaje (Epstein et
al., 2002; Larsen, Butler y Roediger, 2008, 2009) y no meramente con una
instancia de calificación.
Un tema central del TBL es que el aprendizaje de
los estudiantes es impulsado por retroalimentación frecuente y, cuando es
posible, inmediata. Para que esto ocurra, el aprendizaje de los estudiantes y
las consecuencias del uso de ese aprendizaje en su pensamiento tiene que ser
visible para ellos mismos y para el instructor. Los estudiantes, por lo tanto,
son requeridos a actuar frecuentemente de una manera que generen consecuencias
que provoquen reflexión y demuestren la visibilidad de sus pensamientos.
Mientras más enfocada y concreta sea la acción, más visible será su pensamiento
y su aprendizaje, y más inmediatamente útil será la retroalimentación (Roberson
y Franchini, 2014).
A fines del siglo XX, el Aprendizaje Basado en
Problemas (ABP) se estableció como estrategia de aprendizaje activo líder en
las innovaciones educativas en todo el mundo. No obstante, los altos costos de
implementación de ABP debido al alto número de tutores, junto con la
necesidad de infraestructura acorde y de experticia metodológica de los tutores
ABP, han comenzado a presionar la migración desde ABP hacia TBL, en diversas
carreras y facultades en todo el mundo. De acuerdo a la información disponible
en el sitio web oficial de TBL (http://www.teambasedlearning.org/), solo en USA, más
de 100 Escuelas de Ciencias de la Salud, al 2014, han dejado atrás el uso de
ABP y han iniciado el uso parcial o total de TBL como su estrategia instruccional.
Lo mismo ha ocurrido en algunas Escuelas de Ciencias de la Salud en países de
Sudamérica como Chile y Perú (Comunicación personal) y algunas escuelas de
derecho (Antony Font, comunicación personal). Se puede afirmar que en las
instituciones donde se ha desarrollado ABP hay interés por migrar desde ABP a
TBL, o al menos existe el interés de combinar lo mejor de ambas estrategias
(Dolmans et al., 2014).
En la actualidad, el mayor locus de
implementación del TBL en el mundo está en las Escuelas de Medicina, siendo un
ejemplo interesante el mejor rendimiento de los estudiantes de la Universidad
de DUKE, en Singapur, que usa estrategia TBL, por sobre los resultados de los
estudiantes de la Escuela de Medicina de la misma universidad en USA que
utiliza docencia centrada en el profesor y en los contenidos.
El cúmulo de evidencia publicada indica que TBL
presenta una alta y atractiva razón efectividad costo debido a los altos
resultados de efectividad académica y motivación estudiantil y bajos costos de
implementación (Vasan et al., 2011). Esto posiciona al TBL como una
estrategia de elección para generar aprendizaje activo y colaborativo, sin
mayores cargas pecuniarias para las instituciones. Otro aspecto beneficioso del
TBL es su carácter práctico y estructurado, que facilita su implementación paso
a paso, sin necesidad de capacitación exhaustiva. Un facilitador TBL que es
experto en su disciplina no debe ser experto en la estrategia TBL, situación
opuesta a la de Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), en la que el tutor puede
incluso no ser experto en la disciplina, pero tiene que ser experto en la
estrategia ABP para lograr conducir apropiadamente el trabajo colaborativo en
grupos pequeños de estudiantes (Hmelo-Silver, 2004).
Fuentes
de consulta:
https://educem.neolms.com/student_lesson/show/3438558?lesson_id=15865687§ion_id=59654360
https://mensalus.es/blog/crecimiento-personal/2017/06/ejemplos-aprendizaje-basado-problemas/
https://www.aulaplaneta.com/2018/04/17/recursos-tic/los-beneficios-del-trabajo-en-equipo/
https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-07052016000200025
https://koruro.com/aprendizaje-basado-en-proyectos-abp
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